Mallorca

El modelo de franquicias es esencial en la categoría QSR, pero también un desafío para los franquiciados, especialmente tras la pandemia. En 2021, KFC enfrentó este reto en Mallorca, donde un nuevo restaurante en el polígono de Son Malferit no recibía suficientes visitas debido a su ubicación poco concurrida. Con un presupuesto limitado, KFC se propuso generar notoriedad local y atraer clientes. Tras investigar, descubrieron que la zona era conocida como "donde IKEA" por ser el hogar del único IKEA de la isla. Basándose en este insight, decidieron aprovechar un formato tradicional como las vallas direccionales, transformándolo con creatividad para conectar con el público local y destacar la presencia del restaurante.

Para maximizar el impacto con un presupuesto ajustado, KFC seleccionó una valla estratégicamente ubicada en el km 2 de la carretera de Manacor, un área con alto tráfico cerca del restaurante. En lugar de una valla direccional convencional, diseñaron un anuncio que rediseñaba el logo de KFC con la tipografía y los colores característicos de IKEA, acompañándolo del mensaje “Ya sabes dónde estamos”. Este simple pero ingenioso guiño visual no solo captó la atención local, sino que generó una conversación que trascendió el ámbito regional, destacando la creatividad de la marca y poniendo al restaurante en el mapa.

Con nuestra acción en Mallorca logramos convertir una simple valla direccional en una idea creativa que trascendió fronteras, atrayendo la atención de medios locales, nacionales e internacionales como Adage, Adweek e incluso la de IKEA España a través de su cuenta de Twitter. Con un alcance de 25 millones de OTS, 78.210 interacciones y un PR value de 198.756€, la campaña generó un incremento del 23,2% en las transacciones semanales del restaurante, alcanzando récord de ventas en la región. Sin promociones ni factores externos que explicaran estos resultados, demostramos que incluso el formato más convencional puede convertirse en una herramienta poderosa para el negocio.